martes, 3 de enero de 2012

Fortalece tu mente: mejora la concentración

Published on octubre 18, 2011 by   ·   No Comments
En ocasiones, un simple detalle o un pensamiento negativo puede hacer perder la concentración del corredor y, con ello, sus buenas sensaciones y las posibilidades de lograr su objetivo. En este artículo, el psicólogo deportivo y corredor popular Tomás Vich nos explica la importancia que tiene para el runner la atención y la concentración y como se pueden mejorar estos aspectos.
Texto: Tomás Vich Rodríguez.

Esta es la experiencia de un atleta cualquiera que se encuentra en el kilómetro 12 de un medio maratón. Todo va perfecto: ritmo, sensaciones y objetivos. Sin embargo, un grupo de cuatro corredores que van delante de nuestro runner deciden pararse, repentinamente, a saludar a sus familiares. El atleta tiene que hacer un brusco cambio en su recorrido, librándose de milagro de una caída. Una vez pasado el impacto inicial, el atleta se empieza a irritar y enfadar por la actitud de esos corredores. A consecuencia de esa reacción, pierde el ritmo que llevaba, las buenas sensaciones de carrera y seguramente, la posibilidad de cumplir el objetivo marcado. ¿Motivo? Ha perdido la concentración.
Ahora, nos encontramos con un corredor que está disputando su primera carrera. Se estrena en 10 kilómetros. Está todo preparado: ha entrenado lo suficiente, ha descansado bien y un amigo suyo con más carreras a sus espaldas ha venido para ayudarle a cumplir su objetivo. En el kilómetro 3 aparece un dolor en la rodilla derecha, le entra la angustia no vaya a ser una lesión y piensa que, después de tanto esfuerzo, es posible que no pueda llegar a meta. Empieza a sentirse agotado y cree que no lo va a conseguir. Resultado: ha perdido la concentración.
Los casos anteriormente descritos hacen referencia a momentos que muchos atletas populares han podido sufrir en algunas de las carreras que han disputado. En concreto, expresan situaciones en las que, debido a acontecimientos externos (un tropezón, una caída, un viandante que se cruza) o a sensaciones internas (pensamientos negativos, emociones distorsionantes…), se ha ido al traste el objetivo previsto por el atleta (acabar una carrera o conseguir una determinada marca) porque la mente se ha dejado llevar por hechos paralelos a la propia carrera. Obviamente, hay situaciones que, por ser ajenas a nuestro control, no se pueden prever, como por ejemplo que un corredor se pare repentinamente, pero sí estamos en disposición de focalizar, gestionar y mitigar las emociones y pensamientos negativos consiguientes a ese imprevisto. Además, existen mecanismos para ser mentalmente más fuertes y estar preparados para afrontar adecuadamente circunstancias incontroladas de carrera. Todo ello, trabajando la capacidad de ATENCIÓN y CONCENTRACIÓN.
Para familiarizarnos con estos dos términos, daremos a continuación una sucinta definición de los mismos.
1. Se entiende por concentración la capacidad de dirigir la atención a un solo objeto, es decir, al acto de abstraerse de todo estímulo parásito que altere la atención al objeto.
2. Por su parte, la atención es el proceso a través del cual seleccionamos algún estímulo de nuestro ambiente, es decir, es aquello que permite centrarnos en un estímulo de entre todos los que hay a nuestro alrededor, ignorando todos los demás.
De ambas definiciones podemos extraer la conclusión de que el trabajo de la concentración debe basarse en aprender a focalizar nuestra atención en los estímulos relevantes y dejar a un lado los estímulos irrelevantes. En el caso de los atletas populares, el día de la prueba deberían dirigir su atención a llevar un ritmo uniformemente acelerado de carrera, a mantener la respiración, a manejar la ansiedad y los pensamientos negativos, a controlar los tiempos intermedios de carrera y a cumplir la estrategia diseñada para la ocasión.

Hazte fuerte mentalmente
En el caso del running, y más concretamente en el ámbito popular, la focalización de la atención debe dirigirse fundamentalmente a ser capaces de mantener una respiración adecuada, un ritmo acorde a las posibilidades del corredor, a manejar las emociones y pensamientos propios del runner y al conocimiento de la carrera. Todos estos aspectos pueden ser trabajados, entrenados y controlados por el corredor.
A continuación, vamos a enumerar una serie de estrategias que pueden ser útiles para fortalecer la atención y la concentración.
ü Para afrontar una carrera con la adecuada atención y concentración, es necesario poseer un nivel de activación fisiológica óptimo. Esto conlleva controlar una serie de variables fisiológicas como la tasa cardiaca, la profundidad de respiración, la segregación de adrenalina y la contracción pupilar que, cuando alcanzan cierto nivel, facilitan la ejecución. Una vez se logra el nivel idóneo, diferente para cada persona, nuestra participación en una carrera resulta más efectiva y placentera. Pero puede suceder que nos encontremos antes de comenzar la prueba por debajo de este nivel idóneo (por ejemplo, por exceso de confianza en la carrera). En este caso, el corredor notará que actúa lentamente, con falta de reflejos o con pocas ganas de participar en la carrera. Para resolverlo, y en consecuencia para lograr un nivel de activación lo más próximo al óptimo, se pueden utilizar herramientas de gran utilidad como aumentar en la intensidad del calentamiento previo o buscar emociones que demandan al organismo cierta cantidad de energía, como apretar los dientes o fruncir el ceño, ya que estas conductas envían señales al cerebro de posturas musculares relacionadas con el enojo, emoción muy ligada a la tensión.

Puedes encontrar el artículo completo en el número 42 de Planeta Running

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